Nota publicada por el diario La Repubblica - 14 octubre 2009, pagina 32 sección VIAJES
El friulano (aquel auténtico) es aquel nacido en lugares empinados, por eso tiene mucho equilibrio. Difícilmente se deja llevar por énfasis sonoros o entusiasmos desbocados. Espera, estudia, no pierde el equilibrio. Practica la espera del cazador en su puesto. El friulano es como la torre de Pisa, se dobla pero no cae. Es difícil batir a los friulanos. Han sufrido guerras, miseria, terremotos, aluviones, desmoronamientos e inviernos durísimos. Nada que hacer, al friulano no lo aflojás. Físicamente es vulnerable como todos, moralmente no. Moralmente el friulano está hecho de hierro y mira el futuro con cautela. Sabe que el futuro es un momento en el que duerme lo desconocido. Por eso hace proyectos a corto plazo. Nace cada mañana. Y cada mañana empieza de cero. O mejor, desde aquello que falta. Gran trabajador, sin embargo el friulano goza la vida en cada minuto libre. Amante de la buena compañía y del buen vaso, conversador incansable de hostería, cuando se le da por poner manos a la obra se transforma en caterpillar. Y calla. En el trabajo se trabaja, nada de charla. El friulano tiene sentido de la amistad. La generosidad es su pan. Altruista hasta el sacrificio, cuando ocurre está en primera línea. Confiable y generoso, el friulano es un verdadero amigo. Pero también es muy orgulloso. Y que no se estropearía en justa medida. Sin embargo, el friulano no tiene medidas. Al menos en su orgullo. Basta una frase para entenderlo todo: «E fasìn di bessói», dicen: “Lo hacemos solos”. Esto de arreglárselas solos les ha dado mucha estima en todo el mundo y una reputación sólida. Un montón de fatigas inútiles que hubiesen podido ahorrarse. Pero el friulano no teme a la fatiga, cuanto más hace, más se jacta. Es un duro de buen corazón. En las más trágicas desgracias permanece de piedra. Aguanta el llanto como si llorar fuese un desahogo de señoritas. Ama su patria (la patria del Friûl) como ninguno. Está convencido, y aquí vuelve a su orgullo, que es la más bella, noble, fuerte, honesta y única patria en el mundo. Gente grande los friulanos. Tienen una nobleza en el espíritu acompañada de una fiereza casi ingenua. Por esto, su desmesurado orgullo no resulta antipático sino algo para admirar. Sometido a nota, el friulano logra un nueve.
Mauro Corona
Il friulano (quello autentico) è nato in posti ripidi perciò ha molto equilibrio. Difficilmente si lascia andare a enfasi sonore o entusiasmi sboccati. Aspetta, studia, non si sbilancia. Pratica l' attesa del cacciatore alla posta. Il friulano è come la torre di Pisa, si piega ma non crolla. È difficile abbattere i friulani. Ci hanno provato guerre, miserie, terremoti, alluvioni, frane, e inverni da castigo. Niente da fare, friulano non lo stendi. Fisicamente è vulnerabile come tutti, moralmente no. Moralmente il friulano è fatto di ghisa, e guarda al futuro con cautela. Sa che il futuro è un tempo nel quale dorme l' ignoto. Per questo fa progetti a breve termine. Nasce ogni mattina. E ogni mattina riparte da zero. O meglio, da quello che resta. Gran lavoratore ma pure irriducibile gaudente, il friulano gusta la vita ogni minuto libero. Amante della buona compagnia e del buon bicchiere, instancabile conversatore d' osteria, quando c' è da por mano al lavoro si trasforma in caterpillar. E tace. Sul lavoro si rusca, niente ciacole. Il friulano ha senso dell' amicizia. La generositàè il suo pane. Altruista fino al sacrifico, quando occorre è in prima linea. Affidabile e generoso, il friulano è un vero amico. Ma, ahimè, è pure orgoglioso. Il che non guasterebbe in misura giusta. Ma purtroppo il friulano non ha il senso della misura. Almeno nell' orgoglio. Basta una frase per capire tutto: «E fasìn di bessói», dicono (facciamo da soli). Questo far da soli gli ha tirato addosso un sacco di stima da parte del mondo e pure una solida reputazione. E un sacco di fatiche inutili che poteva risparmiarsi. Ma il friulano non teme la fatica, anzi, più ne fa più si vanta. È un duro dal cuore buono. Nelle più tragiche disgrazie rimane di pietra. Trattiene il pianto come se piangere fosse uno sfogo da donnette. Ama la sua patria (la patrie dal Friûl) come nessuno. È convinto, e qui torna l' orgoglio, che sia la più bella, nobile, forte, onesta e unica patria al mondo. Gran gente i friulani. Hanno una nobiltà di spirito altera, accompagnata da una fierezza quasi ingenua. Per questo il loro smisurato orgoglio non risulta antipatico bensì qualcosa da ammirare. Sottoposto a un voto, il friulano piglierebbe nove.
Mandi Lobo:
ResponderBorrarLei lo de Mauro Corona, me senti identificado en muchos aspectos. De el lei "il volo de la martora"me gustó mucho.Yo ya traduje "Il friulano", quisiera subirlo en algun momento a mi blog,será posible, que te parece? Lo veo de interés para muchos nativos.
Espero tu respuesta.Mandi a ducj. Galliano
Por supuesto Galliano! No hay problema! Yo solo lo traducí... hay que hacerlo circular! Es un lindo texto, y en furlan debe sonar aún mejor!
ResponderBorrarTe cuento que el otro día por pedido de Cecilia traduje tu post sobre la muestra "Sium migrant" al español, voy intentando.. jaja!
Un cariño grande,
Mandi!
Marcos
Marcos:
ResponderBorrarO soi dacuardi cun te,che ce ca la scrit Mauro Corona o vin di pandilu il plui pussibil, a le un toc cal merete sei let.
Mi par ben che Cecilia ti vedi dât compits (deberes) di fa,
saludos, Galliano